Una asociación ayudará a las personas con enfermedades raras desde Azpeitia

Sergio Gómez posa junto a tres azpeitiarras que colaboran con la asociación que ha creado para ayudar a personas con enfermedades raras.
NOTICIAS DE GIPUZKOA (2015-07-16)
Sergio Gómez y Lidia Fernández, son los padres de una familia numerosa originaria de Argentina pero afincada desde hace ocho años en Azpeitia con dos hijos que padecen distrofia muscular; una enfermedad que avanza lenta pero progresivamente y para la que, a día de hoy, no existe cura.

Sus ganas por intentar mejorar la calidad de vida de sus hijos Santos (22 años) y Lautaro (9 años) hace tiempo que les llevaron a promover una campaña solidaria impulsada con el objetivo de recaudar los fondos necesarios para poder aplicar a sus hijos, un tratamiento alternativo basado en la implantación de células madre. Siempre fueron conscientes de que ese tratamiento no iba a curar la enfermedad de sus vástagos, pero confiaban en que frenara el avance de la enfermedad que les había tocado padecer en el seno familiar.


Gracias a la solidaridad de la ciudadanía vasca, el pasado mes de mayo pudieron llevar a cabo su ansiado tratamiento en una clínica de la ciudad argentina de La Plata y ahora, de regreso a Azpeitia, han constituido (con todos los requisitos legales) una asociación con la que pretenden devolver a la sociedad “al menos una parte de todo lo que nos ha dado para ayudar a nuestros hijos”.

El padre de los jóvenes, Sergio Gómez, se reunió ayer con NOTICIAS DE GIPUZKOA para dar a conocer el origen, el funcionamiento y los objetivos de una agrupación que han registrado con el nombre de Solidaridad y Esperanza y que nace con la finalidad de “ayudar en la medida de lo posible a todas las personas que, al igual que nuestros hijos, padecen alguna de las conocidas como enfermedades raras”.

Sergio no olvida cómo surgió la idea de crear la asociación. Según cuenta, “todo empezó hace unos cinco meses cuando gracias a la solidaridad de muchísima gente conseguimos la financiación necesaria para poder tratar a Santos y Lautaro con células madre”. Logrado ese objetivo, “fue el propio Santos el que me planteó la posibilidad de ayudar a otros chicos que se encontraran en una situación similar a la suya; le dije que sí y nos pusimos manos a la obra”.

Sergio Gómez sabe que en Euskadi y el Estado español ya hay otras asociaciones que trabajan a favor de las personas que padecen enfermedades raras pero asegura, “nosotros queremos trabajar de una forma diferente, ayudando directamente a las familias de esas personas que padecen alguna de esas enfermedades”.

Al fin y al cabo, subraya el padre, “lo que pretendemos es echarles una mano ante necesidades concretas como la adquisición de una silla de ruedas o de cualquier otro elemento que pueda contribuir a mejorar la calidad de vida de esas personas”.

Para ello, la familia Gómez Fernández de Azpeitia continuará con la recogida de tapones de plástico. Todo ello, “con el fin de recaudar fondos para la asociación”.

De hecho, a día de hoy “ya tenemos más de tres toneladas y media de tapones guardados en el vertedero de Lapatx”; una cantidad que, “teniendo en cuenta que una empresa nos paga 190 euros por tonelada, nos aportará algo más de 600 euros”; una cantidad que esperan aumentar de manera importante “porque vamos a contactar con las diferentes mancomunidades de Euskadi para que se sumen a nuestra iniciativa y nos ayuden a recoger tapones de plástico en todas las localidades”.

UNA ASOCIACIÓN ABIERTA La nueva asociación creada en Azpeitia para ayudar a quienes padecen alguna enfermedad rara “está abierta a todas las personas que quieran colaborar”. Para ello, “no tienen más que llamarme al número de teléfono 671 923 966, escribir un mensaje a la dirección de correo electrónico sergiogomez63@hotmail.com o visitar la página de Facebook Solidaridad y Esperanza”.

Esos datos de contacto también están a disposición de todas las familias con alguna persona enferma que quieran solicitar la ayuda de una asociación que, según explican sus promotores, “también quiere llegar a ciudadanos reconocidos de la sociedad vasca como el cocinero Karlos Argiñano, el director de cine Alex de la Iglesia o cualquier otro que pueda mostrarnos su apoyo para ayudar a socializar e impulsar nuestra agrupación”.

Aunque la asociación Solidaridad y Esperanza no ha hecho más que empezar su andadura, sus promotores se muestran ilusionados con la posibilidad de llevar a cabo una labor que revierta positivamente en la sociedad “tanto vasca como estatal”.

De momento, los padres de Santos y Lautaro no se cansan de dar las gracias a todas aquellas personas y entidades que les están ayudando en su misión. Tampoco se olvidan “de la infinidad de supermercados y pequeñas tiendas que colaboran con nosotros en la recogida de tapones”; ni de todas las personas que trabajan en el vertedero de Lapatx; donde almacenan el plástico.