Janire ya puede sonreír

Janire, junto a su madre Mari Jose, ayer antes de entrar al centro que tiene Aspace en el barrio de Berio, en San Sebastián.
DIARIO VASCO (2015-12-11)
La familia de Janire ya respira algo más aliviada. Tras semanas de incertidumbres y pruebas, una simple llamada de teléfono ha resuelto de un plumazo un montón de incertidumbres y miedos. «Nos han llamado desde Osakidetza y nos han dicho que van a pagar la operación de la niña y que se llevará a cabo dentro de los plazos previstos. Es un subidón, algo increíble». Son palabras de Mari Jose Oreja, madre de Janire, una niña errenteriarra de apenas seis años que sufre una tetraplejia desde su nacimiento y que realiza movimientos involuntarios con sus piernas y manos, y que vive enchufada a un respirador las 24 horas del día.


Como ya relató este periódico, el mes pasado Janire y su familia se trasladaron hasta el Hospital Nacional de Tetrapléjicos de Toledo para que «pasara unas revisiones y ver si era apta para la operación», que consiste en la colocación de un marcapasos diafragmático, lo que conllevaría la eliminación del respirador artificial y una vida «más autónoma tanto para la niña como para nosotros». Pero el gran escollo a superar por la familia de Janire eran los 62.000 euros que cuesta la intervención. Una carga demasiado pesada para esta familia errenteriarra que se veía abocada a pedir un préstamos y dinero tanto a sus padres como a sus hermanos. Pero esa llamada de teléfono han disipado todas esas dudas. «Nos han dicho que se harán cargo de todo», explica aún sin creérselo Mari Jose con una sonrisa de oreja a oreja.


En todo momento, esta familia ha contado con el apoyo incansable de Juneren Hegoak, asociación guipuzcoana de apoyo a las familias en situación de vulnerabilidad por enfermedades, muerte o duelo de niños.