Zalla lucha contra el cáncer en equipo

Incluso una de las Tortugas Ninja se sumó a la velada. Fotos: E. Castresanadeia (2015-11-08)
RENDIRSE nunca es una opción. Lucha, nosotros lucharemos a tu lado. Este eslogan adoptado por la fundación 8-N presidió ayer el frontón Mimetiz de Zalla durante la celebración de un curso benéfico de defensa personal. La máxima que también adoptan en la asociación de padres de niños con cáncer de Bizkaia, Aspanovas, destinataria de lo recaudado por las más de 200 entradas.

“Hemos dormido poco. El viernes nos quedamos de madrugada a preparar todo y hay gente que se ha levantado a las cinco de la madrugada a pelar patatas para la comida”, confesaba el impulsor de la fundación, José Luis Arranz. El esfuerzo del medio centenar de voluntarios volcados en el proyecto que echa a andar con ilusión mereció la pena al recibir el agradecimiento de Aspanovas y de otros que también han estrechado la mano tendida por la fundación 8-N. Andoni Escandón y su mujer se acercaron a Zalla con su hijo. El pequeño sufre una enfermedad rara de la cual “solo tenemos noticia de otros cuarenta casos” en el Estado: el síndrome de Wolf Hirschorn. Tras conocer su historia por medio de amigos comunes, José Luis Arranz organizó una velada solidaria en Aranguren hace unos meses. La financiación obtenida “se ha donado a una investigación que está llevando a cabo el doctor César Covaleda”. Y en una jornada como la de ayer “queríamos estar presentes para devolver el cariño que nos ofrecieron”.

Los más de 200 asistentes de todas las edades se dividieron en grupos, asignados a los instructores David Marín, Valentín Carrascal, Rafa Carriet, Roberto Serrano y Antonio Matey para ir rotando después de unos minutos. Hasta una de las Tortugas Ninja pisó el tatami para alegría de los niños. “Hemos representado el espíritu solidario de esta cita. En concreto, me inspiró un amigo que se disfraza de Spiderman para visitar hospitales”, apuntó José Luis Arranz.

Para el entrenador Rafa Carriet la elección de las Tortugas Ninja encarna “la disciplina, respeto y compañerismo que implican las artes marciales”. “He distribuido a los asistentes en función de su experiencia: por un lado los que tienen cinturón negro, por otro, los que lucen el verde y, finalmente, quienes no practican habitualmente”, contó Rafa Carriet. Según enseñó ayer, “el movimiento es básico para zafarse de posibles agresiones”.

Un espectáculo de magia y manualidades entretuvieron a los más pequeños durante las cuatro horas que duraron las clases. También las hubo de automaquillaje. “Está pensado para que las mujeres que han venido a acompañar a familiares y amigos se diviertan”, según explicó la bloguera Mamen Abad. “Solo con máscara de pestañas, colorete, una base de maquillaje muy natural y un toque en los labios cambia la expresión de la cara”, describió, animando a las mujeres a “dedicarnos tiempo para nosotras”.


Antes de sentarse a comer los participantes recibieron un trofeo conmemorativo. Para Aspanovas, el trofeo son las ganas con las que la fundación 8-N se entrega a su causa.