“Que Eider consiga subir sola cuatro escaleras es increíble”

Mario García, junto a su hija Eider, durante una de las sesiones de terapia en Madrid.noticias de gipuzkoa (2015-07-19)
Por pequeño que parezca, cualquier avance es un logro impresionante. “Quien no lo ha vivido no sabe de qué hablo, pero que un menor con parálisis cerebral consiga llevarse la mano a la boca, o pase de estar tumbado a sentado, es la leche. En nuestro caso, Eider ha sido capaz de subir escaleras de quince centímetros sin apoyos. El año pasado se quedaba en dos y ahora está en cuatro, algo que para nosotros es increíble”. Mario García, de 39 años, gesticula sin parar mientras habla de su hija Eider, que cumplirá seis años a finales de este mes.

A los nueve días de su nacimiento esta pequeña de Errenteria fue operada de una cardiopatía, y, por un problema en el suministro de oxígeno, sufrió una parálisis cerebral que le ha afectado a las extremidades inferiores. Tiene diagnosticada desde entonces diparesia espástica, que le provoca rigidez muscular y le dificulta el equilibrio y la movilidad de sus piernas.


La familia acaba de regresar de Madrid, donde Eider ha sido sometida a terapia durante un mes. “Se le nota la mejoría a la hora de andar”, dice el padre. El método Therasuit al que alude García es para la familia tan eficaz como costoso (3.000 euros al mes), lo que ha propiciado una corriente de solidaridad para echarles una mano, de modo que la pequeña siga teniendo una vida lo más autónoma posible dentro de sus limitaciones.

Así, cuatro amigos de la Asociación Juneren Hegoak se han propuesto ayudar a Eider y han formado para ello un equipo con el que participarán en la carrera de bici todo terreno más dura del mundo, que une Madrid y Lisboa. Tendrán que recorrer durante noche y día 770 kilómetros de senderos y pistas en el menor tiempo posible. Bajo el lema 1 kilómetro 1 sueño, los participantes se han propuesto dar pedaladas solidarias y existe la posibilidad de comprar tramos del recorrido. La iniciativa, que permitirá ayudar a Eider y a otros menores guipuzcoanos con parálisis cerebral, será detallada en próximas fechas.

No hay milagros
Es la tercera ocasión en la que Eider ha sido sometida a este programa intensivo de ejercicios de tres horas al día, durante cinco días a la semana, dirigido a pacientes con trastornos neuromotores. “Aquí no existen milagros. Sabemos que es algo crónico y que las cosas no van a cambiar de un modo radical, pero esta terapia les ayuda a mejorar su calidad de vida. Por eso nos parece importante que se sepa. Hay familias que no saben que existen alternativas, y creo que es bueno que conozcan esta terapia, con la que se hace mucho tono muscular”. Explica García que durante el tratamiento se coloca a los pacientes “un gorro, un chaleco, unos pantalones y unos zapatos”, todo ello unido mediante un sistema de gomas elásticas que permite conseguir patrones de postura y movimiento lo más normalizados posible.

La familia ha tenido que coger sus vacaciones para ir a Madrid. En Gasteiz también se ofrece esta misma terapia, pero dice Mario que la ida y vuelta a casa por carretera durante todos los días del mes supone un contratiempo extraordinario para los pequeños. “Lo ideal sería que se creara un centro multidisciplinar en Gipuzkoa”, sostiene el padre de Eider.

La familia tuvo conocimiento de esta terapia a través de Pausoka, la Asociación de Padres y Madres con hijos con necesidades especiales que nació hace tres años, y que tiene su sede en Hernani. Esta asociación persigue ese mismo objetivo, crear un centro multidisciplinar en el territorio guipuzcoano. “Comenzamos catorce familias y ya somos más de 50. Hemos ido creciendo mucho”, cuentan desde esta agrupación, en la que sus integrantes trabajan para que los chavales puedan acceder en igualdad de condiciones, derechos y obligaciones que el resto de los ciudadanos a todos los ámbitos de la sociedad.

La asociación se reunió el mes pasado con el Jefe de Pediatría del Hospital Universitario Donostia, Joseba Landa, y su equipo de neurólogos con el objetivo de tener una coordinación común por el bien de los pequeños. Además, la traumatóloga Laura Montes, que acudió a conocer las instalaciones de Pausoka, anunció que dedicará horas de su tiempo libre para acercarse a ver a los niños e intercambiar opiniones con el equipo que trabaja con la asociación. Desde Pausoka agradecen la colaboración desinteresada de tantas personas.