«Lo más curioso de la enfermedad es el parecido en las caras»

DIARIO VASCO (2015-06-08)
Cuando alguien introduce la palabra Mowat-Wilson en el buscador de internet enseguida se da cuenta de que se enfrenta a un síndrome aún por descubrir. Destaca la poca información que se puede encontrar sobre una enfermedad que fue descubierta hace casi 17 años por los doctores D. R. Mowat y Dr. M. J. Wilson.

Ignacio Gallano, responsable del equipo clínico de Gautena, señala que «estamos frente a una enfermedad de las que se denominan raras por su baja frecuencia». El principal problema de los enfermos con este síndrome son la discapacidad intelectual, la epilepsia y problemas gastrointestinales.

Otra de las características en común de todos los afectados es el gesto facial, donde destacan una expresión de boca abierta y sonriente con un rostro alzado. «Es lo más curioso de este síndrome», indica Gallano. «En otras enfermedades genéticas no ocurre esto, en las caras no se parecen unos a otros», comenta.


El tratamiento
El síndrome de Mowat-Wilson no cuenta con un tratamiento específico. Cada enfermo debe ir paliando mediante intervenciones los problemas derivados. Desde Gautena intentan ofrecer un tratamiento con diferentes especialistas. «En una enfermedad de estas características intervienen diferentes especialistas», añade Gallano. «Necesitamos un pediatra, un especialista en aparato digestivo, un psiquiatra y un neurólogo para un tratamiento integral».

Este especialista argumenta que los chavales con este tipo de trastornos suelen tener dificultad a la hora de adaptarse al entorno, una vertiente a tratar en profundidad. «Nuestro principal objetivo es que puedan rendir adecuadamente en el entorno que les rodea», señala. Por ello, es esencial la labor que realizan con Jon Ander en el aula estable, donde «trabajan con chavales con autismo y niños con otras dolencias». Asimismo, también tienen contacto con personas del exterior, ya que desde este aula todos los jueves acuden al mercado o a un bar a almorzar para que no pierdan el contacto con la gente. La labor con las familias también es fundamental. «Intentamos asesorarles que entiendan a su hijo y trazar un plan», subraya.