El hogar de Aspace

Vista del patio trasero del complejo, que comunica mediante rampas el centro de día y otros servicios de la planta baja con las viviendas, ubicadas en la primera planta.
Osane Ortigosa tiene 29 años y Ainhoa Razkin tiene 42. Ambas tienen parálisis cerebral en grados diversos, como otros doce compañeros que desde principios del mes de abril, viven y trabajan en el nuevo centro que Aspace ha abierto en la calle Alberto Larzabal de Irun.

"Un centro moderno, amplio y que incorpora todas las tecnologías y servicios que pueden hacerles la vida más fácil, fomentando, en todo lo posible, un alto grado de autonomía", tal como explicaba Javier García, Jefe del Servicio de Adultos de Aspace, durante la visita que realizaron al complejo varios directivos de la asociación, entre ellos sus presidenta, Elisa Carmona, acompañados del alcalde de Irun, José Antonio Santano. Los propios usuarios lo atestiguan.

Osane Ortigosa está "encantada", como el resto de sus compañeros. En este moderno edificio, tienen su vivienda en la planta de arriba y abajo, está el centro de día, donde trabajan y llevan a cabo otras tareas. "Lo mejor de todo es que puedo ir más fácil de la habitación al baño, o abrir las puertas... Hay muchas cosas que nos ayudan a manejarnos mejor", explicaba la joven.

Por su parte, Ainhoa Razkin se siente en su nueva casa de Irun "más a gusto que en Donostia".
"Lo mejor es poder ir más fácil al baño, o subir y bajar las persianas... Aquí nos manejamos mucho mejor. ¡Voy a quedarme para siempre!", decía Razkin, con la sonrisa de la felicidad reflejada en su cara.
nuevo concepto Esto puede deberse, en parte, a que Aspace y el arquitecto del edificio, Javier Egaña, han concebido el centro de la calle Alberto Larzabal de Irun bajo parámetros totalmente novedosos.


"Antes, se tendía a que los usuarios de los centros de día vivieran separados del mismo, en pisos o con sus familias. Ahora vemos que tener la casa y el centro de día en el mismo edificio les facilita mucho la vida", explicaba Esther Larrañaga, Directora General de Aspace.

Por tanto, el nuevo complejo alberga en su planta baja el centro de día, con sus salas de terapia, comedor y zonas de estancia, o la zona de trabajo, donde los usuarios trabajan confeccionando cestas de mimbre y donde también, próximamente, se ofrecerá un servicio de lavandería. Además, el edificio está preparado para albergar un centro de estimulación temprana, para niños de cero a tres años, que aún no ha entrado en funcionamiento.

"Pero la gran ventaja es que arriba están las viviendas. Concretamente, son tres unidades para siete usuarios cada una, más un apartamento con capacidad para dos personas. Hay una gran diferencia sobre otros centros, y es que las viviendas son amplias pero albergan a menos personas, lo que supone para los usuarios una mayor intimidad; son viviendas que comparten con otros compañeros, pero en las que el ambiente y la convivencia es más hogareña. Aquí pueden incluso compartir y llevar a cabo tareas del hogar, cada uno dentro de sus capacidades", explicaba Begoña Soragain, responsable de Vivienda de Aspace.

Junto con ese tamaño más estandarizado y similar a un hogar común, siempre partiendo de que son viviendas adaptadas a personas que utilizan sillas de ruedas en muchos casos, la otra gran ventaja del nuevo complejo de Aspace en Irun es el uso de la tecnología, que es palpable, por supuesto, en la planta baja, pero "en especial, en las viviendas", según destacaban Javier García y Begoña Soragain.

"Dependiendo del grado de movilidad, los usuarios pueden manejar, bien desde una tablet, un móvil o a través de mandos y botones, casi todo lo que tienen alrededor: abrir y cerrar las puertas, subir o bajar las persianas, manejar la música, el televisor y en algunos casos, incluso, desplazarse de la cama al baño o a la ducha, y de vuelta a la cama, gracias a que los sistemas de grúa están integrados en cada habitación", explicaba Begoña Soragain.

Este nuevo centro ha entusiasmado a los usuarios, que como Osane Ortigosa y Ainhoa Razkin, se encuentran en él "muy a gusto, como en casa". De momento, de las tres viviendas de siete plazas, Aspace ha concertado el uso de dos y se espera que próximamente, siete usuarios más puedan acceder al centro.

Un centro que para quienes han peleado por él, como Ana Carazo y Javier Llano, delegados de Aspace en Irun, es "una alegría y como ver un sueño cumplido".