NOTICIAS DE GIPUZKOA (2015-07-06)
“Una persona con discapacidad
puede hacer prácticamente de todo y nuestro almacén está lleno de material
adaptado para lograrlo” “Una cosa así mentalmente no se lleva bien y el deporte
te libera y te ayuda a compartir experiencias” “Hacemos jornadas de sensibilización
en pueblos y colegios y enseñamos a los jóvenes que con material adaptado
puedes hacer cualquier deporte” “Veía que todos iban a esquiar y me dije: ‘¿Y
yo no?’ La primera vez que fui en una silla especial fue flipante ”
Son una tabla de salvación para muchas
personas con discapacidad física que eligen el deporte como una vía de
superación y desarrollo personal. En su día les llamaban el club
de las 500.000 pelas, porque todo material adaptado para personas con
paraplejía, tetraplejía u otra discapacidad física valía en torno al medio
millón de las antiguas pesetas. Actualmente estaríamos hablando de unos 3.000 o
4.000 euros.
El club deportivo
Kemen de personas con discapacidad ha cumplido 20 años y afronta una nueva
etapa con su cambio de presidente. Tras dos décadas al frente del club, Javier
Imaz, amputado de una pierna tras un accidente de tráfico en 1976 -tenía 21
años-, cede el testigo a Fernando Mitxelena, un donostiarra de 43 años que
lleva desde los 30 en una silla de ruedas. Sufre distrofia muscular.
Ambos combaten la
adversidad a través del deporte, al igual que decenas de personas asociadas a
esta agrupación, cuyo socio más veterano supera los 70 años.
Kemen surgió en
diciembre de 1994 y, aunque es un club deportivo, su gran “objetivo es
conseguir la máxima realización personal del discapacitado físico y su
integración en la sociedad”, afirma su nuevo presidente, Fernando Mitxelena.
Para su antecesor, Javier Imaz, el deporte es solo una herramienta pero
funciona como “rehabilitador de la salud mental”. “Una persona con discapacidad
mentalmente no lo lleva bien y hacer deporte es liberarte y compartir
experiencias con gente que tiene lo mismo que tú. Es algo fundamental”,
explica.
Cualquier persona
con una discapacidad física o psíquica tiene abiertas las puertas de esta
asociación, que cuenta con material para que sus socios puedan practicar
deportes como el esquí, el atletismo, montañismo, ciclismo, boccia, eslalon,
tiro olímpico, golf, tenis de mesa y otras muchas actividades que van desde la
equitación hasta el rafting...
JORNADAS
DE SENSIBILIZACIÓN En su
labor social, Kemen también celebra jornadas de sensibilización en colegios y
pueblos de Gipuzkoa, como las realizadas recientemente en Urretxu y en el
colegio Santa Teresa de Ibaeta, en Donostia.
Aseguran que los más
pequeños les reciben con “curiosidad”. “Les hacemos ver que una persona con
discapacidad, con una serie de adaptaciones mecánicas, puede hacer deporte como
ellos; y que con una silla puede correr o hacer ciclismo y con unos bastones
especiales esquí”, apuntan Imaz y Mitxelena: “Se puede hacer prácticamente de
todo, pero más despacio”.
Pero ese material es
caro y para eso está Kemen, donde los asociados, además de contar con un
listado de voluntarios a su disposición, tienen sillas de handbike -están
ganando terreno a la tradicional silla de atletismo porque es menos exigente-;
elevadores para jugar al golf o incluso una joelette para
ir al monte con la ayuda de voluntarios; hay muchos accesorios. Solo es
necesario reservar el material.
“La persona que
quiere iniciarse en un deporte, ¿cómo va a comprarse una silla que vale 4.000
euros si no sabe si le va a gustar y si quiere continuar?”, replica Imaz. Para
evitar eso Kemen ha trabajado durante estas dos décadas en llenar su almacén.
“Lo ideal es que esté vacío porque se está usando y está en manos de la gente”,
añade.
Otra de las labores
de Kemen es ofrecer apoyo psicológico a las personas que sufren algún
accidente. “Afortunadamente, las personas amputadas y los parapléjicos se están
reduciendo por la menor siniestralidad, pero a veces nos llaman y vamos a
orientar a algún paciente”, dice Imaz.
“REORGANIZAR
TU VIDA” “No es lo
mismo que te lo cuente alguien que lo ha vivido y relata su experiencia en
primera persona... porque todo es absolutamente nuevo. Cuando te enfrentas a
algo así tienes que asumir mentalmente tu nueva situación. Lo primero, cuando
vuelves a casa, es reorganizar tu vida, adaptar tu hogar, y cuando lo tienes
todo más o menos atado, es cuando empiezas a plantearte hacer algo. El deporte
es el final de ese proceso”, añade Mitxelena.
Para él ha sido
importante. “Yo entré a Kemen andando, en 1997. Hasta entonces no hacía nada
especial porque ya caminaba mal desde los 14 años y a los 20 ya... esfuerzos
pocos; paseítos y justo justo. Pero desde que empecé a trabajar en Kemen y veía
que todo el mundo iba a esquiar, me dije: ¿No voy a ir yo?”. Califica su
primera experiencia como “flipante”. Posteriormente Fernando ha hecho rafting y
en la actualidad es un deportista de elite de tiro olímpico.
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